sábado, 12 de septiembre de 2015

Las personas que se ven aquejadas por diferentes discapacidades no lo tienen fácil para tener una vida normal. Si su movilidad es reducida o no pueden valerse por sí mismos, necesitan que sus hogares, especialmente, y también otros tipos de edificios, estén adaptados lo mejor posible a sus necesidades.

En este sentido, durante los últimos años se han llevado a cabo notables esfuerzos para facilitar la vida de estas personas. Muchos edificios públicos poseen ahora, obligatoriamente, rampas de acceso para las personas que circulan con silla de ruedas, por ejemplo, y ya existe mucha tecnología que permite que, incluso dentro de casa, se puedan salvar escaleras con relativa facilidad.

Pero es necesario continuar trabajando en este sentido. Tanto desde el punto de vista arquitectónico como de diseño, las casas y los edificios tienen cada vez más en cuenta a los discapacitados. En páginas como homify.es, dedicadas a presentar miles de ideas sobre decoración, diseño de interiores y construcción de hogares, ya se pueden encontrar múltiples propuestas que hagan más fácil la vida para estas personas y, de hecho, para el resto de usuarios.

La domótica es otro campo en alza, que poco a poco nos encamina hacia los hogares inteligentes. Gracias a esta tecnología, quienes tendrían dificultades para utilizar algunos servicios básicos, reciben la ayuda de sistemas que lo facilitan en gran medida. En este sentido, los ingenieros están trabajando ahora mismo en una tecnología de procesamiento de señales de audio y reconocimiento avanzado de voz cuyos primeros prototipos auguran muy buenas noticias en esta área. El proyecto, llamado DIRHA (Distant-speech Interaction for Robust Home Applications), está coordinado por la Fondazione Bruno Kessler, de Trento, Italia.

El sistema DIRHA, un claro ejemplo de domótica avanzada, ha sido especialmente diseñado para las personas con discapacidades y posibilita que puedan utilizar su voz para controlar de forma remota diversos servicios domésticos y aparatos que podamos encontrar en casa. Con este sistema, será ahora muy fácil ajustar la temperatura de una habitación, apagar y abrir luces, desplegar persianas, poner música de ambiente, o incluso abrir y cerrar ventanas y puertas.

Para ello, los hogares estarán dotados de una red de micrófonos que estarán permanentemente a la escucha de las órdenes del usuario, las cuales serán analizadas por un ordenador central dotado de un sistema de reconocimiento de voz, que las interpretará y las ejecutará, enviando señales eléctricas adecuadas a cada punto de destino.

El proyecto, en el que han trabajado tecnólogos griegos, portugueses, austríacos e italianos, fue financiado con 3,5 millones de euros por la Unión Europea durante tres años, y es una evolución de otro anterior llamado DICIT, que permitió obtener un sistema que interactuaba con la TV.

Los sensores y micrófonos del sistema DIRHA son muy pequeños y pueden ser integrados sin dificultades en el mobiliario y las estructuras de los edificios. Pueden operar todo el día, estando siempre receptivos, sin necesidad de activarlos. Son tan sensibles que pueden reconocer la voz de los usuarios incluso con un ruido de fondo y a cierta distancia. Pueden hacerlo con varios usuarios simultáneamente, y por ahora reconocen los idiomas italiano, alemán portugués y griego, y muy pronto el inglés.

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